domingo, 18 de febrero de 2018

La forma del agua

Guillermo del Toro ha conseguido finalmente unir en una película su cine de calidad y su adoracion por el fantástico en un film filmado sobre la guerra fria en 1963,  en el que podriamos recordar entre "La Cenicienta y el E:T". Tres historias se entrecruzan con la meticulosidad de los mimbres de un cesto. Una figura marina se enamora de una joven muda de la limpieza, unos cientificos que se ven envueltos en el espionaje es la de parte aventura y la seguridad que nunca entendera de fantasias. Toques, colores y planos de serie B, evitan que el director, proclive a algun exceso, lo cometa aunque se presienta. El film lo escenifica todo. Amor, sexo, amistad, lealtad, lucha, constancia, homosexualidad, profesionalidad, ejercito, lucen en una textura que no se  si llamarla digital. Otro acierto es el casting, con una Sally Hawkins que enamora su soledad, Richard Jenkins que libera su vecindad y la "bestia" Doug Jones que descubrira un nuevo mundo. Candida, inocente, optimista nos paseamos con el hombre anfibio por las costuras de lo desconocido, donde todo es superable e ilusionante,  com ya hicimos con el fauno. Tambien Michael Shannon y Octavia Spencer. De igual modo se expresa lo complicado que es superar y aceptar la diferencia en este Del Toro cinefilo e historicista entusiasmado por las figuras acuosas. el H.P. Lovecratf del cine que quiere mostrarnos su mundo submarino con un terror amable fascinado por la anormalidad. Film presentado en Venecia y Sitges, donde dieron la bienvenida a Guillermo del Toro al laberinto de la monstruosidad humeda, al museo de las criaturas marinas.  Después de conseguir 13 nominaciones al Oscar,  se ha convertido en la película del año. En este film, el realizador mexicano vuelve a ofrecer un espectáculo visual, que envuelve un relato protagonizado por dos seres, que se encuentran el uno al otro a pesar de no poder comunicarse a la manera convencional. Doug Jones, de nuevo bajo las prótesis y el maquillaje de un monstruo-bestia, protagoniza esta fábula sobre la esperanza y la redención donde un amor que no conoce barreras se convierte en antídoto contra el odio a lo diferente.

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