jueves, 22 de septiembre de 2016

Suburra

Stefano Sollima, (Gomorra teleserie) hijo de Sergio, (2015+), uno de los grandes del spaghetti western, disecciona en el filme la corrupcion de la mafia romana, con una distancia de repotaje periodistico, una frialdad de  cirujano y una escasez de pasion como si todo no fuera politico. Con la unica ideologia del beneficio propio, es la continuacion de un subgenero que no avisa "tengo razones que no podra desestimar...", pero que constata la indignidad y poca sofisticacion de  las mafias actuales que son ya diferentes. En pequeños cuadros nos va explicando los diferentes estamentos de esbirros, de capos, de mercados para que sea el espectador que saque sus conclusiones sobre la podredumbre social de hoy. En las afueras de la  Roma del 2011, 5 dias antes de la dimision de Berlusconi y dos años antes de  de l  renuncia de Benet XVI, se prepara un gigantesco proyecto urbanístico que convertiría a la costa en un complejo similar a Las Vegas. Tras él está Samurái, un viejo mafioso, que consigue el beneplácito de la mayoría de las familias del crimen de Ostia para seguir adelante con su plan. Sin embargo, esto no resulta suficiente, y los intereses del hampa romano chocarán con los de políticos corruptos e, incluso, el Vaticano. Esto dará lugar a una guerra abierta que dejará a su paso ríos de sangre. Tras dirigir las series Roma criminal y Gomorra, Stefano Sollima (ACAB - All Cops Are Bastards), continúa con su radiografía de la delincuencia italiana en Suburra. Adaptación de la novela homónima de Giancarlo de Cataldo y Carlo Bonini, la cinta nos lleva hasta este problemático barrio de la capital transalpina, que ya desde la antigua Roma servía de lugar de encuentro entre políticos y criminales para el acuerdo de negocios turbios. De este modo, Suburra se convierte en un personaje en sí, y sirve como nexo de unión de dos mundos tan, a priori, antagónicos como el lujo del Vaticano y los palacios presidenciales y las áridas carreteras de la costa de Ostia, todos ellos poblados por seres oscuros y corruptos. Para darles vida, Sollima recurre a un actores comoClaudio Amendola (Noi e la Giulia), Greta Scarano (que repite con el realizador tras Roma criminal), Elio Germano (Bella y perdida) o Pierfrancesco Favino.

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