El recuerdo de Marnie

Miyazaki y Isao Takahata fundadores de los estudios de animación Studio Ghilbli es van jubilar  no fa massa y el resultado es que el film  de Marnie "Omoide no Mani", se ha convertido en su testamento en el estudio. Magnifico film que encandilara a peques y mayores y que lucirá en la historia de la animación como una de las mas relevantes e imaginativas. Marnie tiene asma y la trasladan a un lugar del Japón rural y paradisiaco, donde mirara de recuperarse con un guión que tardaremos mucho en olvidar. Hay una poesía visual en el dibujo, que alimentados y coloreados con arte y una belleza suprema, puede estar situada entre las diez grandes. Ni un centímetro de dibujo cedido al grito, a la impertinencia, al llanto sensiblero sino que trata con gran capacidad intelectual y narrativa, el dolor, las perdidas de seres y la muerte. Con textura de magia y fantasía, el autor sublima la depresión infantil, la coloca junto al mar y nos pasea por la amistad y la aceptacion de uno mismo con una imaginacion sin limites. Gracias por el film Hiromasa Yonebashi.