Al film de Jeremy Saulnier se le pude calificar de neo noir. Con unas puntas de sangre, su protagonista Macon Blair, se ve empujado por el destino a hacer lo que no desearía. Después de recoger botellas en la playa y dormir en un coche abandonado, decide vengarse cuando sabe que el asesino de sus padres sale de prisión. En un historia evocadora de equívocos, repleta de venganzas y baños de moralina se pierde en un mar de nula expresividad e incertidumbres que gravan notablemente la expresividad conseuguida en momentos anteriores. Devon Ratray y Kevin Kolack se envuelven de música de jazz para atravesar la tragedia en donde pasan de la aventura atractiva al thriller desgraciado también con Amy Heargreaves, Bonnie Johnson i Eve Plumb. Premio Fipresci en Cannes 2013.
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