jueves, 1 de agosto de 2013

Una cancion para Marion

Terence Stamp y Vanesa Redgrave se comen literalmente el guión de Paul AndrewWilliams. Una mujer entrada en años y enferma, que canta en un coro de ancianos, descubre el amor otoñal. Otra cosa es la ridicularizacion el grupo, vistiendo de raperos o bailando a lo Jackson. Stamp, el marido, viejo y lamentable como se define, se volverá, cosa casi imposible, mas amable con los demás cuando participa con las canciones de su mujer. Con menos lloros el  film con Gemma Arterton y Christopher Ecleston, habría tenido un poco mas de valor.

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