lunes, 19 de agosto de 2013

Paraiso amor

Quizá la escena mas humillante del cine con sexo sea la  de la habitación del hotel, con varias mujeres y la incapacidad de erección de un joven africano. La cámara mantiene una distancia prudente, tanto física como social logrando una veces la carcajada y otras el impacto, siempre dentro de las posibilidades humanas. Ulrich Seidl (Import/Export) nos muestra toda su crueldad y madurez en este film aleccionador  y violento sobre el  turismo sexual en Kenia.  Un film realizado con precisión donde contemplamos las vicisitudes eróticas de la protagonista durante sus vacaciones a quien unos jóvenes de color reducen constantemente su cuenta corriente. Erotismo de tomar el sol, de degustar un coctel con el vigilante de la playa cotidiano, andar por la arena mojada o subir a la habitación. Trilogía de este cineasta austriaco mas violento que Haneke si cabe y que cierra Paraíso Esperanza y Paraíso Fe. Títulos independientes entre si que irán encontrando su lugar  en la cartelera. Una humillada Margarete Tiesel, Inge Maux,, Peter Kazungu, Gabriel Mwarua o Carlos MIkutano, son los portadores de este sexo cruel como Dunja Sowinets, de diferencias sociales latentes.

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