martes, 25 de septiembre de 2012

matalos suavemente

Saben de mi desprecio mas absoluto por los films de asesinos. Introduce este de Andrew Dominik una componente sociopolitica centrado en el enfrentamiento electoral de Obama i Bush. Cegado por la interpretaciones de Brad Pitt (productor) y Scoot McNairy, abandona la sana sátira de  El asesinato de Jesse James por el cobarde..., y le tapan las interpretaciones las bajezas poco sutiles del guión. Sin contemplaciones el verdadero interés esta en como se roban soberbias escenas Ray Liotta, Sam Shepard, Richard Jenkins, Ben Meldenshon o James Galdonfini. Todos reflexionan sobre el típico asesino en una trama de ladrones y mafiosos del juego, poker y torpes jugadores.  Pitt es un asesino frío, de encargo, profesional y sin motivos personales. Listo y cumplidor de contratos con letra pequeña y sobrio, no soporta que sus victimas griten, supliquen o pidan clemencia. Por eso sus tecnicas suaves, despiadadas y expertas. Otra exaltacion del crimen. Esta vez como negocio.

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