domingo, 12 de diciembre de 2010

Franklyn

Viaje onírico con filosofía pedante, mas cara que espalda y habiendo bebido en muchas fuentes futuristas es lo que nos ofrece este desalmado Gerald McMorrow (mucho morro). Un hartazgo de personajes, Eva Green, Ryan Phillippe o Sam Riley surcan una intriga loca, con mil inexactitudes. Como en el chiste de Batman que hay para cenar, en una ciudad gotica, de noche, un misterioso enmascarado manifiesta, detrás de una embellecida ventana, que va a cometer un asesinato. No se si empezaban así las novelas graficas de Neil Gaiman y Alan Moore, ni lo sabré nunca.

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