lunes, 9 de agosto de 2010

Repo men

Miguel Sapochnick lleva la morosidad y al cobrador del frac a los limites del paroxismo. Copiando sangre y adrenalina de los clásicos, lleva a lo indescriptible, el licito afán por cobrar la hipoteca. Obviando la crueldad de las entidades financieras a la hora de ejecutar la deuda, aquí, unos asesinos, presentados como justicieros empleados, recuperan por medios expeditivos, órganos humanos implantados a precios astronómicos, cuando no se puede devolver el precio. Es difícil encontrar debajo de las vísceras desparramadas continuamente tras pesadas persecuciones por Jude Law, Forrest Whitaker, Alice Braga y Liev Schreiber, la critica al sistema sanitario americano. Se le gira mas trabajo al presidente Obama.

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