lunes, 23 de agosto de 2010

Mis tardes con Margueritte/La tete en frinche

Jean Becker, A escape libre, Elisa, La fortuna de vivir, Un crimen en el paraíso o Un hombre llamado La Rocca, es un director modélico, humanista, sentimental, nostálgico, que ofrece una visión sencilla del pueblo francés, basándose en sus raíces y culturas y tradiciones del campo. Nos presenta ahora un cuento de amistad entre un campesino iletrado y un poco alocado, Gerard Depardieu), que conoce a una venerable anciana (Gisele Casadesus, que debuto en el cine en 1934) en un parque al ir a contar palomas, con quien entablara una entrañable amistad. Ella le mostrara el placer de la lectura y el la inteligencia emocional de la ignorancia y del inmobilismo. Con Maurane y Patrick Bouchiley nos pasean por una Francia que palpita en las reuniones de los bares, en los diálogos de los mercados y otros pequeños rituales que permanecen aun hoy, inmutables. Una gozada.

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