viernes, 9 de octubre de 2009

Agora

La pelicula mas importante de Alejandro Amenabar.El sabe como dijo en Cannes que tiene algunos fallos, pero ha puesto todo su corazon de hombre de cine al servicio de su historia. Descubriendola, tambien ha descubierto que no sabia nada bajo las estrellas de Alejandria. Un viaje sin retorno a Hipatia. Un viaje para descubrir la esencia de una mujer, en el que enfrascado, se le fue la grandiosidad de las manos, se volvio el producto prolijo y se difumino un poco la narracion. Pero triunfo el amor y el sentimiento por la cultura en uno de los esfuerzos hispanos cinematograficos de mayor envergadura. Hablan de 50 millones de euros.
Hipatia, Rachel Weisz, ha comprendido su papel en la historia del cine y no lo hizo a la primera, sino que Amenabar tuvo que insistir bastante. Quiere saber oliendo y sumergiendose en los viejos libros de filosofia, pero un mundo visceral, inculto y grotesco llama violentamente a las puertas de su querida biblioteca. Busca la respuesta en el sistema planetario, en las estrellas, en el fondo oscuro del intelecto y solamente encuentra un vacio teorico y una tormenta emocional que es lo que intenta contarnos el film. En este momento es cuando el director nos parece frio.
No asi cuando acusa al cristianismo primitivo de saquear la legendaria biblioteca de Alejandria en el siglo IV, lugar donde se computaba todo lo que sucedia en el imperio, lo antiguo, el saber, lo clasico, el respeto a las ideas y un cierto control del poder politico. Pero llego una religion nueva que sometia y liberaba a la vez, que se lleno muy pronto de fanaticos y usurpadores,-Max Minghella o Oscar Isaac,-  que para conseguir sus no muy legales fines como se vio despues, ataron en corto la democratica tolerancia. Y enfrente, tan solo estaba Agora.

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