domingo, 30 de agosto de 2009

Expediente 39

Christian Alvart es un director aleman que le gusta el terror siniestro, pertubador y de susto facil. Sin suspense, entra y sale de lo sobrenatural con una facilidad pasmosa, como si fuera un genero donde todo vale, y que el aplica con una total desconsideracion a titulos mas esteticos y famosos.
Nuevo intento de mezclar las complicaciones dramaticas con la narrativa psicologica que como no le sale ni consigue, decide adentrarse sin leer el argumento en la cosa demoniaca.
Un matrimonio decide hornear a su hija de 10 años como si fuera un pollo al ast. Y como si fuera un milagro del diablo, aparece la asistenta social Renne Zellweger que la adoptara,- recientemente paseando por Barcelona, -para demostrar que si hay madera de actriz, puedes evitar en lo posible que un saldo de director te destroce la carrera definitivamente.
Jodelle Ferland y Ian McShane son los niños malparidos, todo vuelve y se recicla en el cine de terror sin ideas, que configuran con la niñera este film pertrechado hace mas de tres años, y que evidencia la lucha intestina entre la produccion y la creacion, es un decir, y unos test screenings horribles, que no han logrado a pesa de todo, aplazar del todo su catastrofico estreno.

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