viernes, 10 de julio de 2009

Bruno

El autor de Anonimos, Larry Charles, intenta poner de manifiesto actitudes homofobas, oponiendo totalmente el personaje de Bruno al de Borat, precursor del Chiquilicuatre e interpretado por Sacha Baron Cohen, aquí camaleónico. Si el periodista era un antisemita cuyos artículos instigaban al odio hacia los judíos solo por empatia pues aparecía como un idiota sumergido en la ignorancia mas supina, Bruno suscita el rechazo de los demas debido a su violencia de comportamiento gay, que causando risa, que no debería, traspasa una vez mas los limites de lo comúnmente aceptado. La humillaciones de Bruno a sus victimas no hacían ninguna falta, como el mismo film. También es un imbécil como el periodista, pero con menos justificacion todavía. No ha tenido para nada en consideracion, los prejuicios que existen aún contra el colectivo gay y que pasearse desnudo por los lugares mas ortodoxos de Jerusalén, no ayuda para nada. Es peor que Borat, porque es menos autentico.
Exocet en la linea de flotacion de la cultura de la celebridad, como el casting de niños modelo vestidos de nazi con el consentimento paterno, pero con una excesiva tendencia al exhibicionismo. Critico con el narcisismo, como en los videos en que aparece con Sting y Bono, justificando la dirección de su película.
La hilaridad que provoca el film son de tipo inquieto, tanto si eres gay como si eres judío, o no. lo que pretende ser un retrato de la miseria humana es una danza en la cuerda floja del buen gusto y no tiene el humor llamemosle gonzo de Borat. El cómico británico ya no puede pasar desapercibido a pesar del esfuerzo de caracterización de Bruno, la incógnita esta despejada y se ha perdido la habilidad del factor sorpresa. Da la impresión de que casi todas las secuencias han sido preparadas y ensayadas, especialmente las del mundo de la moda, que era el principal objetivo a destruir del film, o lo parece. Precisamente la industria mas dominada por los colectivos a los que pretende ridiculizar, ya lo hizo en la versión de television, no lo iban a permitir. Entonces el animal de Bruno, dirige sus dardos a todo lo que se mueve. Incluso a usted en la butaca.

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