viernes, 15 de mayo de 2009

Billu Barber

Como ya sucedió con el chico millonario del concurso, las contradicciones del discurso de las producciones de Bollywood son terribles. Lleno a rebosar de unas canciones y bailes que quieren abrirse camino y darse a conocer en un mundo plural, pero que culturalmente se rechaza, al menos de momento, cuenta también con algunas secuencias de acción igualmente prescindibles y de imitacion.
Canta todas las excelencias de ser una estrella del star system, en un mundo de flagrante miseria todavía y el director Priyadarsham, nos pide que lo veamos normal, como si de un gran hermano indio se tratara. Poco reflexiona sobre el culto actual a la celebridad, que convierte a un actor en un héroe para su localidad. Y menos como vehículo en nuestros lares de promoción de Irrfan Khan, Shahrukh Khan, Lara Dutta o Om Puri.
Nos quieren vender la moto y nosotros no podemos arreglar las nuestras.

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